¿Y las perspectivas del Banco de Inglaterra?


El Banco de Inglaterra tiene entre sus manos una intrigante historia que comienza con el personaje llamado Sir William Phips (dicen que de carpintero a pirata de profesión) y el saqueo de un galeón español, ambos germen de su fundación privada a pública… pero esta historia la dejaremos para otra ocasión.
Hoy el Banco de Inglaterra sigue manteniendo su tasa estable en el 0,1% y su objetivo de compra de bonos sin cambios, pero ojo, porque advierte que la economía de Reino Unido no volverá a los niveles del 2019, hasta bien finalizado el 2021 y eso cuadra más bien con el final del ciclo económico que hemos comentado ya en varias ocasiones.
Por cierto, esta señal es cada vez más clara de que ya no se considera como “tabú” tener tasas negativas. Con todo ello, la libra ha subido con dicha noticia un 0,4% frente al euro y un 0,3% frente al dólar. Sin embargo, las perspectivas a corto plazo del propio banco inglés para la economía del Reino Unido son algo menos parcas de lo que nos mostraban hace unos tres meses, con un desempleo al final del año en el 7,5% de la población (frente al 10% anterior).
La inflación se ubica actualmente en el 0,6% anual, pero nos dicen que podría descender al 0,25% en el último trimestre del año, donde podría pasar hasta otros dos años más antes de que finalmente se alcance el objetivo oficial anual del 2%.
El banco sigue revisando su política de tasas y plantean la idea de llegar a tasas negativas si fuera necesario. Tanto las decisiones sobre tipos así como la flexibilización cuantitativa, ha mostrado unanimidad entre sus 9 miembros del comité de política monetaria. Pero quedan por delante decisiones muy difíciles, cuando el Banco de Inglaterra tenga que decidir cómo contribuir al estímulo que necesitará la economía del Reino Unido, cuando en enero se vea afectada por otro gran impacto olvidado: el Brexit.