Los reveses de la vacuna Covid-19 ralentizan la economía en Europa
Los problemas de aprobación, fabricación y entrega ralentizan las perspectivas de una recuperación económica en todo el continente lo que hace que aumente el espectro de muchos meses más de bloqueos y otras restricciones.
La desvanecida esperanza de un rápido regreso a la normalidad es un gran problema para los principales sectores de la economía española como el sector de servicios, el turismo , comercio y construcción. Las actividades en torno a estas actividades a corto plazo tienen un fuerte impacto negativo tras la contracción de la demanda y cancelación de ellas.
Pese a las primeras medidas tomadas tanto desde el Gobierno de España como el de otros países, la situación mundial generada por la pandemia tiene consecuencias ineludibles en las finanzas y la repercusiones se prolongará en el tiempo y son estas:
"Impacto devastador"
El sector turístico está sintiendo el mayor golpe ya que en número de turistas se redujo a un 82% en 2020 respecto al año anterior y sobre todo visitantes británicos. Los hoteles tuvieron que cerrar paulatinamente porque el impacto de la caída de turistas ha sido drástico. De ahí el gasto turístico también se redujo drásticamente el año pasado ya que ha llevado al cierre de bares y restaurantes donde vivían solo del turismo como Baleares y Canarias.
"Golpe a la hostelería "
El incierto futuro de la restauración y hostelería ha agravado el ecosistema económico de muchas familias ya que en este mercado laboral, los descensos de la actividad real es de entre el 80% y el 90%.En concreto, el 12% de los trabajadores en bares y restaurantes ha perdido su puesto de trabajo, mientras que el 62% se encuentra en una reducción o suspensión de empleo y por último, el restante 20% se ha acogido a la prestación extraordinaria para autónomos, a la que sólo se puede acceder con una caída de la facturación del 75%.
"Repercusiones en Construcción y el sector Inmobiliario"
En concreto, el sector de la construcción ha sufrido enormes pérdidas económicas a causa del parón laboral, la demanda de trabajadores en la construcción ha descendido un 65% en relación al mismo periodo en los dos años anteriores. Según un informe del primer Barómetro de Arquitectura y Edificación, la pandemia ha devuelto la construcción a cifras del año 2016.En correspondencia con los datos objetivos que ofrece la estadística y la percepción de los arquitectos colegiados acerca de la evolución de la actividad en el sector es negativa. La primera ola del Barómetro de Arquitectura y Edificación, puesto en marcha por el CSCAE, arroja que el 46% de los encuestados prevé un impacto prolongado de la crisis económica y considera que 2021 será peor o mucho peor.
La magnitud del impacto económico de la COVID-19 afecta también al sector inmobiliario, aunque no sea uno de los más perjudicados, este sector cuenta con unos fundamentos mucho más sólidos que en la anterior crisis de 2008. Pero mientras continúe la propagación del virus se espera un impacto negativo en las inversiones en este sector.
En un contexto de reducción de la demanda, el precio de la vivienda experimentará un ajuste importante, y a finales de 2021 podría llegar a situarse entre un 6% y un 9% por debajo de los niveles precrisis. El mercado del alquiler posiblemente se verá menos afectado al recibir el apoyo de una mayor demanda ante las dificultades de los hogares para acceder a la vivienda en propiedad.
Y la recuperación del mercado dependerá de la magnitud de la pandemia y de la velocidad con la que las operaciones inmobiliarias vuelvan a la normalidad y también afectará a la confianza de los inversores en estas operaciones.
Finalmente, todos debemos centrar todas nuestras fuerzas en la recuperación, para que estos cambios económicos y sociales puedan conllevar a una trasformación producente de todos estos sectores.