Fdo: Equipo iBroker.

A la vuelta de las vacaciones de verano son muchos los que se plantean la formación como un nuevo objetivo. Entre todas las áreas de conocimiento de los que aprender, la formación en el sector financiero también suscita mucho interés hoy día, pero ¿Dónde se puede aprender? ¿qué se necesita para aprender de trading? Y después eso, ¿Dónde podemos aplicar estos conocimientos y empezar a practicar?

¿Dónde puedo aprender de trading?

Blogueros, plataformas, escuelas de trading o de finanzas personales, incluso las propias empresas de servicios de inversión (bróker, como son popularmente conocidos) que dan información de calidad para iniciarse en el mundo de la Bolsa y los mercados financieros.

Lo importante aquí es que antes que nada nos cercioremos de la carrera profesional o la reputación del ponente. En el caso de un bróker, es muy importante que sea una entidad regulada por la CNMV o por algún regulador europeo, para garantizar que los contenidos sean transparentes y que se adapten a la normativa en vigor, proporcionando las advertencias necesarias en caso de que el objeto del programa sea un instrumento financiero complejo o un servicio financiero con elevado riesgo.  

Meditar también cuál es nuestro objetivo en este nuevo mundo del trading. Puede ser variado, según el nivel del que partamos podremos buscar un curso de formación profesional, algo más práctico o teórico, quizás sobre, herramientas de análisis o estrategias específicas.  

Como ya hemos apuntado, una opción muy válida y económica es la información que facilitan algunos brókers regulados sobre los instrumentos financieros y servicios que comercializan.  Un ejemplo es el bróker español iBroker, que pone a disposición una oferta de webinarios e información de trading de calidad. Con inscripción gratuita puedes aprender del funcionamiento de plataformas específicas (tipo TradingView o Visual Chart), conocer las diferencias entre activos tan diferentes como las acciones, los futuros, las opciones o los CFDs, o aspectos tan interesantes como el psicotrading o la gestión monetaria.

¿Qué se necesita para aprender trading?

No hay ninguna guía única ni mágica, pero para empezar a adquirir educación financiera, o específicamente sobre inversión, hay que tener en cuenta varios factores, que obviamente no son imprescindibles, pero si aconsejables.

· Tener tiempo para formarse en primer lugar. Algo que parece bastante lógico, pero que muchas veces no se tiene en cuenta al no planificar nuestro tiempo dedicado al estudio. Hay que tener en cuenta que no vamos a aprender en dos días sobre mercados internacionales, estrategias o productos financieros complejos. Necesitaremos echarle tiempo, muchas “horas de vuelo” antes de pilotar el avión. ·        

· Disciplina y constancia podrían ser de los principales consejos. La primera es imprescindible para instruirse en cualquier materia, no solo en economía y mercados. El aprendizaje será largo y necesitamos tener una conducta aplicada al estudio (o al curso que hagamos) para optimizar el tiempo empleado. Y la constancia es importantísima también, ya que, hay que tener perseverancia para lograr nuestros objetivos. No podemos rendirnos ni abandonar con el primer desaliento.

  En ese caso, tenemos que recordar cual es la razón por la que nos propusimos el reto de aprender trading. Mantener en mente ese motivo cuando decaigamos en los ánimos y seguir adelante. ¿Cuál es el tuyo?

· Evitar grandes objetivos. No marcarnos objetivos demasiados altos e irreales, ya que, si no los alcanzamos, tendremos la sensación de que no avanzamos y la frustración crecerá. No se nos ocurriría pensar que nos podemos obtener un máster en una semana, pues en el mundo del trading, igual. No vamos a saber de operativa, mercados, productos, tipo de órdenes, etc. en una semana. Proponernos objetivos reales, que sean factibles, no metas imposibles y que hagan abandonar al primer día.

Es importante empezar por lo básico y luego ir subiendo el nivel, con conocimientos cada vez más específicos. Hacer trading no es algo sencillo, y tiene sus riesgos, lo que implica que no es para todos (ni por el perfil de riesgo ni por nuestra situación económica). Se necesita dedicar mucho tiempo a la formación y practicar para desarrollar un método propio.