La empresa, que llegó a tener 1.000 trabajadores, siempre ha sido defendida por sus empleados

Sniace llevaba arrastrando problemas durante 28 años. Banesto, que controlaba la empresa hasta febrero de 1992, vendía su participación que correspondía al 25% de su capital. El 2 de marzo de ese mismo año, la empresa anuncia la suspensión de pagos. Del 9 al 13 de marzo, Banesto vende otros cinco millones de títulos: en ese momento, apenas tiene el 1 % de la empresa. Comenzaba aquí un declive que afectaba no solo a los trabajadores, sino al resto del tejido industrial de la zona y la propia ciudad de Torrelavega. Un año más tarde, los trabajadores de Sniace, 800 de 1.000, se encierran durante semanas para luchar por su puesto de trabajo y para reclamar las nóminas que se les adeudan desde el mes de junio de 1992. 8 meses sin cobrar que colman la paciencia de los empleados. Y 47 días de lucha obrera, que culminaron (tras aceptar prejubilaciones y un ERE temporal) con un espectacular recibimiento de la población de la ciudad cántabra a los trabajadores.

Aquí, en vídeo, las imágenes grabadas en la retina por miles de cántabros:

En 2013, los problemas vuelven a Sniace. La compañía comunica un ERE de medio año y que afectaba a casi dos de cada tres trabajadores de la factoría por la reforma energética planteada. Volvieron las huelgas, un segundo ERE de extinción y la solicitud de concurso de acreedores. Los 533 trabajadores fueron despedidos. 

Rubalcaba visitaba la fábrica y los empleados se enfrentaron a él mientras gritaban "esto no pasa con un gobierno facha":