El auge del sector de la Inteligencia Artificial en la última década es incuestionable y prueba de ello es que cada vez está llegando a ser más imprescindible en numerosos negocios diferentes, incluso ha conseguido hacerse un hueco en el mercado de renta variable, tal y como vamos a demostrar en este artículo.

El aterrizaje de la Inteligencia Artificial al mundo de la bolsa se remonta a la época en la que las telecomunicaciones y la inversión automatizada comenzaron a crecer de manera exponencial. De hecho, en Manhattan, los aledaños a la emblemática calle de Wall Street donde se ubica el principal mercado de valores del mundo, experimentan desde hace años una particular burbuja inmobiliaria muy pero que muy indicativa. La estampida alcista del precio del alquiler o venta por metro cuadrado en este lugar se debe al ansia de muchos agentes del mercado por situar sus Centros de Datos, desde los que sus robots lanzan las operaciones bursátiles, lo más cerca posible del parqué bursátil. Las comunicaciones implican unas preciadas fracciones de segundo que, de estar más próximo a los sistemas del mercado, implican que se pueden arañar unas valiosas milésimas que nos hagan vender y comprar antes que los demás, o lo que es lo mismo, antes de que los precios ya hayan bajado o subido cambiando el signo de la operativa de los beneficios a las pérdidas. Y es que, desde que llegase la inversión automatizada y la inteligencia artificial a los mercados de valores, la búsqueda del Santo Grial de la inversión en bolsa ha sido desarrollar y afinar el algoritmo que permitiese predecir a futuro el comportamiento de la bolsa y de las acciones de las compañías cotizadas.

Se trata de un nuevo mundo que se ha abierto para los inversores, ya que saber predecir el comportamiento futuro de las acciones e índices se traduce en dinero contante. Cabe destacar que la investigación y el desarrollo ya está dando sus frutos, prueba de ello es que la Inteligencia Artificial (IA) ya arroja una tasa de acierto a futuro que no puede ser consecuencia de la mera casualidad. Es decir, la IA hay que tenerla muy presente en el mercado bursátil, ya que acierta en un porcentaje muy elevado. En pocas palabras, la Inteligencia Artificial es la ciencia de los algoritmos de software de autoaprendizaje que ejecutan tareas que hasta ahora eran típicamente realizadas por los humanos. Con el tiempo, estas máquinas estarán equipadas para tomar más decisiones, ayudándonos a dedicar más tiempo al pensamiento de orden superior.

A modo de ejemplo en nuestro país, StockFink, una empresa nacida en Asturias, ya ha lanzado al mercado un método para ayudar a los inversores a tomar decisiones en Bolsa utilizando técnicas de Inteligencia Artificial. Se trata de un equipo de profesionales que ha desarrollado un sistema algorítmico para predecir el comportamiento de los mercados de valores. La startup trabaja con los tres índices del Ibex (Ibex35, IbexC e IbexS), además del índice amerciano, Nasdaq-100, así como el Euro Stoxx 50. De entrada, para verificar el funcionamiento del método, la compañía efectuó un test de aciertos de sus pronósticos que ofrece posibilidades de éxito en el ochenta por ciento de sus estimaciones. La prueba previa, en concreto, ha teteó más de 16.000 predicciones y detectó opciones de obtener rentabilidades del entorno del 1% en ocho de cada diez casos, del 2% en el 65% de los supuestos y hasta del 3% en la mitad de las simulaciones.

Los suscriptores de la herramienta ofrecida por la empresa reciben cada día por correo electrónico las predicciones marcadas por los algoritmos al cierre de mercado, con un termómetro que marca precios de entrada y salida y una recopilación de noticias para dotar de herramientas al inversor.  

Con el objetivo de demostrar el funcionamiento de la herramienta de la compañía StockFink, vamos a proceder a analizar las acciones del Banco Santander.

Análisis técnico

Respecto al AT del valor, se observa que la acción, tras perder el canal alcista de medio plazo que llevaba dibujando a lo largo del año dejando un gap (situación habitual que suelen provocar las manos fuertes para no dar tiempo de salir), se apoyó en el soporte situado en la zona de los 2,65€, desde donde está intentando rebotar para ir a cerrar el gap mencionado, pero, por el momento, parece que la presión vendedora se está imponiendo y no está dejando rebotar con fuerza al valor.  

Echando la vista atrás, se aprecia que, tras los mínimos registrados a causa de la pandemia mundial, la acción logró superar el creek marcado en el gráfico en el mes de noviembre del año pasado. Fue entonces cuando la cotización comenzó un rally alcista y se introdujo en el canal alcista comentado anteriormente, el cual lo venía cumpliendo a la perfección durante todo el 2021.  

Actualmente, el Banco Santander se encuentra en una situación complicada técnicamente, donde tiene el primer soporte importante en la zona donde frenó la caída tras la pérdida de la parte inferior del canal alcista de MP (2,65 €, aproximadamente) y, en caso de perder dicho soporte, la acción podría ir a buscar el 61,8% del retroceso de Fibonacci de toda la subida, que coincidiría con el fuerte soporte situado en los 2,36€, aproximadamente.

Por arriba, el valor tiene como primera resistencia el cierre total del gap que hemos mencionado, y que significaría una señal de fortaleza para la acción, en los 3,024€. En caso de superar dicha cota, la acción tendría una segunda resistencia en la cota de los 3,40€, que coindicen con los máximos marcados en su último impulso alcista. Como tercera resistencia y con el objetivo de poder recuperar valores anteriores a la pandemia, estarían los máximos anuales situados en los 3,52€.  

En relación a la predicción de corto plazo que ofrece la herramienta basada en la Inteligencia Artificial de StockFink, a continuación, se muestra que considera que se deben de vender las acciones del Banco Santander mientras se encuentre entre los precios de 2,80-2,85€. Por otro lado, la herramienta predice que se debe mantener entre el rango de 2,79-2,80€. En caso de que la acción superara los 2,85€, la venta sería fuertemente aconsejable habiendo obtenido ya un buen beneficio en el corto plazo. Por último, teniendo el objetivo de comprar acciones del banco presidido por Ana Botín y, siguiendo las predicciones de la herramienta, habría que esperar al rango de 2,77-2,79€, o incluso, al rango de 2,75-2,77€ para entrar al valor con mayores garantías de obtener beneficios. Por último, tal y como se aprecia en los dos gráficos de la parte derecha de la imagen mostrada a continuación, la herramienta predice para un plazo más largo que no se prevé que la acción sobrepase la barrera de los 3.30-3.50€.