Endesa de momento no hay más impuestos y aprobación del dividendo
<p>La compañía eléctrica respira, aunque sin reflejo bursátil tras la decisión del gobierno de no gravar a las empresas, aunque les ha pedido que “aporten más”. De momento lo que se les solicita es más inversión en redes a pesar de la incertidumbre que rodea al sector con la subida de la inflación. La empresa mantiene las pérdidas anuales y no logra recuperar los niveles de antes de la guerra.</p>
De momento no parece que se vayan a tocar los beneficios de las eléctricas en la idea de buscar soluciones a la subida exponencial del precio de la luz a cuenta del incremento del gas por la guerra de Rusia que se ha multiplicado por dos los precios mayoristas de la electricidad. A Endesa , como al resto de las eléctricas se les ha trasladado desde Moncloa que hay que eliminar la relación directa de la luz y el gas con un nuevo diseño europeo, que no cuenta con el apoyo de Alemania.
De momento se descarta el impuesto a las grandes eléctricas, pero todo está en el aire a cuenta del Consejo Europeo y las decisiones sobre este asunto que se tomen en Bruselas en esta jornada. Desde ahí lo que se intenta no es tensar la cuerda entre Gobierno y el sector, como pasó con la primera ronda de las subidas de la luz. Una de las posibilidades sobre la mesa compensando a futuro a las eléctricas a cambio de que ahora, bajen el recibo de la luz a los consumidores.
Sin embargo, la incertidumbre se mantiene ante lo que pueda repercutir a futuro en esta situación en su cuenta de resultados. lo que aleja a los inversores del valor. Aunque lo cierto es que no se ve muy castigada en el mes de guerra que llevamos, aunque sus recortes anuales ya rozan el 10%, de hecho, superan el 9,3%.
Además, el próximo 29 de abril se celebrará la Junta de Accionistas de Endesa, con la reelección de José Bogas como consejero y la incorporación de Cristina de Parias, ex responsable de BBVA España como nueva consejera independiente. También se aprobará el dividendo complementario que la compañía repartirá en julio de 2022: 0,937 euros brutos a cuenta de los resultados del ejercicio pasado, el segundo tras el pagado el 3 de enero pasado de 0,50 euros por título. En total, 1.437 euros por acción a cargo del ejercicio 2021, con una de las mejores rentabilidades del mercado.
Para Néstor Borrás, analista independiente, Endesa “prolonga las caídas a corto plazo dejando un nuevo mínimo en el que trabajar en 17.055 euros por acción. Para obtener una nueva señal de fortaleza, es necesario vulnerar, primeramente, (1) la resistencia 19.665 euros, (2) las medias móviles simples de medio y largo plazo, (3) los máximos 20.360 euros por acción. El gap alcista en 17,20 euros, juntamente, con el nivel 16,86 euros por acción, representa el área de soporte relevante”.
Endesa en gráfico diario con Rango de amplitud medio en porcentaje, oscilador MACD y volumen de contratación
Además, los indicadores técnicos que elaboran Estrategias de Inversión colocan, en modo bajista al valor, con una puntuación total que apenas alcanza los 2 puntos de los 10 potenciales a los que puede aspirar Endesa. Con tendencia bajista a medio y largo plazo, momento total, lento y rápido negativo y la volatilidad del valor, que a medio y largo plazo se muestra creciente. Solo en positivo se mueve el volumen de negocio que es creciente, a medio y largo plazo.
Ya en el plano fundamental, la analista de Estrategias de Inversión María Mira destaca que Endesa “En base a una comparativa y valoración por ratios y con un BPA estimado para el cierre de 2022 de 1,63€/acción, Endesa no cotiza cara. El mercado descuenta un PER de 12v, frente a una media para sus competidoras de 17,85v. Ajustado este múltiplo con la previsión de crecimiento del BPA, el ratio PEG se coloca en niveles de infravaloración (0,64v). Más configurada la valoración por PVC, 3,03v frente a una media sectorial de 2,38v. Saldo saneado y generoso vía dividendos”.
Señala la experta fundamental de Ei que “en base a nuestra valoración fundamental reiteramos recomendación neutral a medio/plazo, debido al riesgo por volatilidad e inestabilidad en el mercado energético. Su negocio está muy condicionado por la evolución del mercado español y el 70% en manos de Enel reduce su capacidad de crecimiento y maniobra”.