El IBEX 35 abre la sesión con una subida de un 0,22% hasta los 8.713 puntos. El selectivo madrileño cerró ayer con un ligero descenso de apenas el 0,06%.

El mercado sigue atento un día más a la evolución de la guerra en Ucrania. Según las últimas informaciones, Rusia ha puesto en marcha lo que el ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, ha calificado de segunda fase de la guerra en Ucrania, una ofensiva centrada en el este del país. 

Mientras, Italia ha comunicado que se negará a cumplir las nuevas condiciones de pago del gas exigidas por Moscú si la Unión Europea concluye que hacerlo infringiría las sanciones por la invasión rusa de Ucrania. En una evaluación preliminar, la UE consideró que las condiciones de pago del Kremlin constituían una clara violación de las sanciones del bloque. El presidente ruso, Vladimir Putin, ha amenazado con interrumpir el suministro de gas a los compradores que no cumplan el decreto, que implica que la rusa Gazprom reciba los pagos en rublos.

Los inversores no tienen muchas referencias hoy en España que echarse a la boca, por lo que la atención de los inversores se dirigirá hacia los datos de la producción industrial y la balanza comercial de febrero de la eurozona. Mientras, en EEUU se publicarán cifras del mercado inmobiliario y el Libro Beige de la Fed.

Las mayores subidas dentro del Ibex 35 son para Banco Sabadell y MERLIN Properties, de más de un 2% y un 1,5% respectivamente. En el sector bancario, las acciones de Caixabank suben un 1,6%. La entidad distribuye hoy entre sus accionistas 1.179 millones de euros correspondientes al dividendo con cargo a los resultados de 2021. En concreto, la entidad paga un dividendo en efectivo de 0,1463 euros brutos por acción, lo que equivale al 50% sobre el resultado consolidado ajustado por los impactos extraordinarios de la fusión con Bankia. El Santander se anota un 1,49%, mientras que BBVA sube un 1,28%.

Entre otros pesos pesados del índice, las acciones de Iberdrola avanzan un 0,10% y las de Inditex un 0,58%. En el Mercado Continuo destacan también los avances de FCC o Dominion.

Siemens-Gamesa es uno de los protagonistas negativos de la sesión tras anunciar ayer noche en un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que las guías comunicadas al mercado el pasado mes de enero, en las que procedió ya a una revisión de los objetivos para 2022, “dejan de ser válidas y están sujetas a revisión” ante la actual situación de incertidumbre.

Así, los resultados preliminares no auditados del segundo trimestre del ejercicio 2022 (los resultados trimestrales finales se publicarán el 5 de mayo de 2022) muestran unas ventas de aproximadamente 2.200 miles de millones de euros, con un EBIT pre PPA y antes de costes de I&R de aproximadamente -304 millones de euros. Por otro lado la deuda financiera neta se habría situado en -1.700 millones de euros. El grupo ha firmado 1.200 millones de euros en nuevos pedidos durante el segundo trimestre del ejercicio 2022.

Además, Siemens Gamesa Renewable Energy (SGRE), a través de su filial Siemens Gamesa Renewable Energy Wind Farms (SGREWF), ha firmado con la británica SSE Renewables International Holdings Limited (SSER) un acuerdo de compraventa de acciones para la venta de una amplia cartera de proyectos en desarrollo de energía eólica en España, Francia, Italia y Grecia por 580 millones de euros, informaron ambas compañías. Las acciones de Siemens Gamesa retroceden un 4,7% en la apertura.

Los inversores marcarán también de cerca hoy la cotización de Telefonica, después de que el diario El Confidencial haya publicado que el presidente de la teleco, José María Álvarez-Pallete, y el banquero Borja Prado se han reunido en secreto para buscar un inversor clave para la empresa de telefonía española.

En lo que se refiere al resto de plazas europeas, el DAX avanza un 0,3%, sobre los 14.201,38 puntos, el  CAC-40 suma un 0,43%, hasta los 6.567 puntos, el FTSE 100 cotiza en los 7.607 puntos tras abrir plano y el FTSE MIB suma un 0,35%, hasta los 24.712 puntos. 

En la jornada asiática, no ha habido un rumbo claro. El índice Nikkei 225 de Tokio subió un 0,8%, , mientras que el Kospi de Corea del Sur subió apenas un 0,1%, misma revalorización que la registrada por el Hang Seng de Hong Kong. Mientras, Shanghái Composite bajó un 0,6%.

Ayer, Wall Street se sobrepuso a un inicio débil de la semana cerrando su mejor día en casi cinco semanas. El S&P 500 subió un 1,6% y el Dow Jones un 1,5%, aunque las mayores alzas fueron para el Nasdaq, de gran peso tecnológico, que sumó un 2,2%. Los futuros de Wall Street apuntan hoy, no obstante, a una recogida de beneficios.

Los intereses de la deuda siguen subiendo, con el bono español de deuda a diez años ofreciendo una rentabilidad de un 1,86%, con la prima de riesgo respecto a Alemania en 93 puntos, teniendo en cuenta un rendimiento del bund del 0,93%. En EEUU, el bono de referencia a diez años paga ya un 2,94% de rentabilidad.

JP Morgan advierte de un petróleo a 185 dólares si la UE prohíbe las importaciones rusas

En los mercados de materias primas, el precio del petróleo rebota tras los descensos de ayer después de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) recortase las previsiones de crecimiento para la economía mundial tanto para este año como para el próximo. Así, los futuros del petróleo Brent de referencia en Europa suben un 0,31% hasta los 108.29 dólares por barril, mientras que el barril de West Texas estadounidense se paga a 103,03 dólares, una subida del 0,19%.

No obstante, los analistas de JP Morgan han advertido de que Los precios del petróleo podrían dispararse hasta los 185 dólares el barril si la Unión Europea prohíbe rápidamente la entrada de crudo ruso en sus mercados energéticos. 

Un embargo total e inmediato desplazaría 4 millones de barriles diarios de petróleo ruso, enviando el crudo Brent a 185 dólares el barril, ya que dicha prohibición no dejaría “ni espacio ni tiempo para redirigir [los suministros] a China, India u otros potenciales compradores sustitutivos”, advierte el banco de inversión en una nota. Sin embargo, los expertos del banco estadounidense creen que si el bloque comunitario pusiera en marcha un embargo durante un periodo de cuatro meses, es poco probable que los precios suban mucho más que los niveles actuales. Este periodo de tiempo sería similar a la prohibición europea de las importaciones de carbón.