Grifols continúa con las caídas en bolsa y parece que no tiene final
El valor de las acciones suele ser, a largo plazo, un reflejo del comportamiento real del negocio al que representan dichas acciones. En el caso de Grifols, esto no es una excepción, dado que el mal comportamiento de la acción en los últimos años se justifica con las dudas que crea la viabilidad de la empresa actualmente, fundamentalmente por su alta deuda. En este artículo vamos a intentar desgranar los motivos y valorar si se abre una oportunidad de inversión o por el contrario, una empresa a evitar.
Las acciones de Grifols tienen un desempeño realmente decepcionante en los últimos periodos. En la última semana, caen más de un 15%. En el último mes, un 27%. En el último año, más de un 35% y en los últimos 3 años, más de un 50%. De este modo, la empresa ha pasado de valer más de 15.000 millones en bolsa a aproximadamente 8.000 millones. Del mismo modo, los beneficios se han contraído a la mitad, de 600 a unos 300 millones esperados para este 2022.
Por otro lado, en este mismo periodo, la deuda ha aumentado un 50% de unos 6.000 millones a 9.000 millones. Si a una reducción de los beneficios le sumamos este aumento de deuda, entonces empiezan a entenderse los motivos, no de las caídas en la última semana que podrían ser arbitrarios, pero si de las caídas en los últimos 3 años. Ahora mismo, los niveles a los que cotiza la acción son similares a los del año 2014.
Por último, los rumores de una ampliación de capital para hacer frente a este nivel de deuda vuelven a sobrevolar la acción. Sus dirigentes ya descartaron esta posibilidad hace varias semanas, pero por el momento el mercado no parece creerlo. Se tanteó a varios bancos de inversión pero finalmente se desechó la idea, aunque no sabemos si ha sido por motivos económicos o por otras cuestiones que podrían cambiar en las próximas semanas, nunca se sabe.
Hay que tener en cuenta que los rumores no son la realidad, y es la realidad lo que hay que utilizar para tomar decisiones de inversión. Si examinamos los resultados del 1º semestre de la compañía, publicados recientemente, los gastos financieros prácticamente se han duplicado en el último año, de 120 millones a casi 200 millones de euros. La compañía dice que esto se debe al aumento de deuda por la adquisición de Biotest y, por las subidas de tipos de interés.
Sin embargo, también afirma la sociedad que su deuda no tiene vencimientos significativos hasta dentro de 3 años y, lo que es más importante, que no está demasiado expuesta a las subidas de tipos que se avecinan. Aproximadamente el 65% de su deuda es a tipo de interés fijo, y por tanto esta partida no debería aumentar en exceso en los próximos trimestres, a no ser que continúe el aumento de deuda.
En cuanto al negocio, el beneficio de estos primeros 6 meses es de 143 millones de euros. Una compañía que vale 8.000 millones en bolsa, con un beneficio estimado de 300 millones para este año, estaría cotizando a PER 27 a estos precios. Sin embargo estos beneficios son anormalmente bajo ya que la pandemia ha hecho mucho daño a su negocio, que es el plasma sanguíneo donde es líder mundial. Hace apenas 3 años, su beneficio era el doble, y por tanto estaría a PER 14 a estos niveles.
La empresa, por su parte, afirma lo siguiente en sus resultados: "A pesar de los desafíos a corto plazo, la compañía continúa firme en su compromiso con el desapalancamiento, apoyado por los sólidos fundamentales del negocio y la mejora de la rentabilidad. Los fundamentales de Grifols se mantienen fuertes y se espera que la mejora continúe gracias al aumento de las donaciones de plasma y a los esfuerzos de la organización para avanzar en innovación y optimizar las operaciones"
Dicho esto, ¿estamos ante una oportunidad o ante una empresa a evitar? Objetivamente parece una empresa que, imposible no es, pero muy difícil que quiebre a corto plazo, ya que no tiene que devolver mucha deuda hasta 2025. El mayor riesgo que se asume ahora mismo como inversor es una posible ampliación de capital que podría ser muy dañina para los accionistas a estos niveles. Por el otro lado, la acción cotiza bastante barata con respecto a su media histórica, y por tanto por ahí podría existir la oportunidad.
Si la empresa continúa remontando los beneficios (recordemos que todavía no ha dado pérdidas en ningún momento) entonces la cotización dará un respiro a los accionistas. Sin Ampliación y con aumento de beneficios entonces estamos ante una estupenda oportunidad. Con ampliación, y con aumento de beneficios, a corto plazo será duro pero a largo plazo podría ser buena oportunidad igualmente. El escenario realmente malo, más allá de la quiebra, es que la empresa no logre volver a ganar más de 300 millones al año como hacía no hace tanto.