En el periodo “pre participativo”, durante los años 2017-2019 se movieron 166 millones de títulos, debieron entrar muchas manos fuertes, imagino que para preparar el asalto del 2019 que vencía el participativo. Y a partir de que la familia Rey se asegurara en control de la compañía, y durante el periodo 2020-2023, a penas se movieron unos 44 millones de títulos, y 20 millones de ellos en el 2020, en plena crisis Covid. Una verdadera ratonera. Aquí los minoristas somos meros espectadores. La empresa es una joya, pero hay que esperar a que acaben de darse navajazos.

Para mí la clave de un cambio de rumbo nos lo puede dar el volumen, y se está recuperando sensiblemente este año, que lleva movidos casi 7MM de títulos, frente a poco más de 5,7 y 5,6 MM movidos del 2023 y 2022, lo que permite ir dando salida relativamente ordenada a aquellos inversores pillados que quieran salirse. María J. Sánchez Avalos sabemos que desde el año pasado está en modo “venta”. Según mis cálculos es posible que ya le queden pocas acciones, y que cuando acabe de vender, pueda reducirse la presión vendedora, que ayude a GSJ a iniciar un nuevo tramo al alza. Pero bueno, no es más que una opinión

Es complicado saber qué está pasando. Creo que estos últimos años ha debido haber algún tipo de guerra subterránea con inversores que quisieron entrar vía préstamo participativo, y arrebatar el control a la familia Rey (Tallada, Villalonga, puede ser que las Sánchez Avalos…etc), y que siguen en buena medida atrapados tratando de salir como buenamente pueden. Y la familia Rey ha tratado de ponérselo difícil porque el volumen ha estado estrangulado mucho tiempo. Resultaron muy sospechosas notificaciones de participaciones extemporáneas por ejemplo de Villalonga o las hermanas Ávalos, o informes de agencias “fantasma” con valoraciones estratosféricas justo después de Jacinto dar un golpe en la mesa con la cancelación del participativo…