Grifols vuelve a desangrarse en bolsa tras la dimisión de su Presidente
Las dudas han vuelto a Grifols tras un comienzo de año que había sido muy bueno. La dimisión de su presidente ejecutivo, Steven F.Mayer, tras apenas unos meses en el cargo, ha vuelto a sembrar las dudas sobre la empresa y su cotización en bolsa así lo refleja. Desde el anuncio el pasado 21 de febrero, las acciones de Grifols han caído desde los 14,42€ hasta los 10,95€, esto es, más de un 20% en apenas 2 semanas. ¿Qué ocurre con la empresa?
El mercado lleva casi 3 años castigando a Grifols con dureza en bolsa. Tras las cotas superiores a 30€ alcanzadas hace apenas 3 años, las acciones han cerrado hoy por debajo de los 11€. Si tenemos en cuenta que hace 6 meses las acciones de Grifols estaban por debajo de 8€, la subida es notable. Sin embargo, el mercado estaba poniendo en valor el nombramiento de Steven F.Mayer, así como los movimientos dirigidos a la mejora del negocio y la reducción de costes.
Ahora que ha dimitido el presidente, alegando motivos de salud y personales, el mercado tiene dudas sobre si realmente la dimisión se debe a eso o cuestiones empresariales que el nuevo ejecutivo ha visto difíciles de resolver. La empresa tiene un valor en bolsa de 6.700 millones a día de hoy, y hace 1 semana presentó los resultados relativos al año 2022. Veamos qué tal han sido sus cuentas a ver si podemos descubrir alguna razón que pueda explicar esta caídas.
Grifols ha presentado ingresos superiores a 6.000 millones de euros, y un beneficio neto de 208 millones de euros. En 2020 y 2021, fue capaz de generar un beneficio superior a 600 millones de euros. Esta caída, del 66% del beneficio, está en línea con la caída en la cotización de los últimos 3 años, de 31€ a 10,95€, también superior a 60%. De este modo vemos como, normalmente, la cotización de las empresas en bolsa suele estar muy correlacionada con sus beneficios, para bien o para mal.
Sin embargo, para los CEOs, estos resultados son el comienzo de la recuperación. La familia Grifols señala que "Grifols ha cerrado 2022 cumpliendo sus compromisos, al tiempo que ha tomado medidas difíciles pero necesarias para fortalecer aún más la organización. Queremos dar las gracias a todo el equipo de Grifols por haber superado con éxito un año lleno de retos. De cara a 2023, creemos que la compañía tiene una base sólida sobre la que construir su futuro. Seguimos trabajando e innovando para proporcionar medicamentos que mejoran la vida de los pacientes, e impulsamos un impacto significativo para nuestros grupos de interés."
Por tanto, a día de hoy tenemos una empresa, que cotiza a PER 33 de sus beneficios de 2022, y PER 10 de sus beneficios de 2020. ¿Será capaz de volver a los beneficios de antaño? Esta es una de las dudas que tiene el mercado, quien de momento no parece confiar demasiado en el nuevo presidente ejecutivo, Thomas Glanzmann, quien era vicepresidente de Grifols desde 2017. Aprovechando esta cuestión, los cortos han aumentado sus posiciones, como ha hecho AKO Capital del 0,84% al 1% de las acciones.
Además, y posiblemente la mayor preocupación del mercado a día de hoy, es el nivel de deuda que tiene la empresa, que pone en peligro su viabilidad y que, es una posibilidad, conlleve tener que realizar una ampliación de capital para reducir sus niveles, o vender activos de valor. A 31 de diciembre de 2022, la deuda de Grifols alcanza los 9.191,3 millones. Esto es, Grifols tiene bastante más deuda de lo que vale en bolsa (6.700 millones de euros).
Para reducirla, y recuperar la confianza del mercado, Grifols anunció un programa de reducción de costes el pasado 15 de febrero que hizo que la acción subiera con fuerza más de un 10%, de 13,6€ a 14,95€. Subida que, apenas 3 semanas más tarde, se ha volatilizado por completo. Veremos cómo evoluciona la cotización en los próximos meses y, sobre todo, si la empresa comienza a mejorar a nivel de resultados, que en definitiva es la clave para ver una mejora del precio de sus acciones.