La tasa Tobin afectará a la inversión de los pequeños inversores en bolsa al gravar en un 0,2 % la compra y venta de títulos

El Gobierno está a punto de aprobar la famosa tasa Tobin, que causa verdaderos quebraderos de cabeza a los pequeños inversores, pero también a los grandes fondos, intermediarios y brókers. Este impuesto, que grava al 0,2 % todas las operaciones financieras, entrará en vigor en pocos meses y afectará a las operaciones dentro del mercado regulado, siempre a compañías que superen una capitalización de 1000 millones de euros. Es decir, todas las del Ibex 35 y un importante número de compañías cotizadas en el Mercado Continuo. 

Si un inversor compra acciones de una empresa que supera el valor de mercado mencionado anteriormente, tendrá que pagar un 0,2 % en cada operación, tanto de compra como de venta. La tasa se aplicará independientemente de que exista beneficio o pérdida patrimonial.  Es más, no importará la residencia de la persona física que compre los títulos, ni el lugar donde se negocien las acciones.

Aunque en principio un 0,2 % por cada operación no debería suponer un importante problema, los expertos consultados advierten de que es otro obstáculo a la inversión en un país, precisamente, que carece de cultura financiera y que no conoce las ventajas de invertir. Además, creen que afectarán a los fondos de inversión referenciados a renta variable, puesto que se reducirá la rentabilidad de los mismos: a un 0,2 % de tasa y tras varios años, la rentabilidad de los mismos menguará en un porcentaje acumulado importante. 

Esta tasa no se aplicará a la compra de deuda pública, ni en operaciones con CFDs ni derivados. La intención del Gobierno es ingresar 850 millones de euros, aunque estudios independientes bajan esta cantidad a los 400.